A simple vista, los incendios forestales podrían parecer catástrofes que destruyen todo a su paso y no dejan más que un paisaje de desolación. Sin embargo, si visitamos una zona recientemente quemada, encontramos multitud de animales. Algunos de ellos son meros visitantes interesados en aprovechar los nuevos recursos del ambiente. Otros nunca se marcharon, sino que fueron capaces de sobrevivir a las llamas. Los incendios son una perturbación natural que genera dinámicas y brinda oportunidades para muchas especies, impulsando procesos ecológicos y evolutivos. Por eso, en zonas que arden de forma recurrente, encontramos especies con adaptaciones que les permiten vivir allí.
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